PINTURA
La obra se llama El Santo Entierro realizada por Caravaggio. Esta obra es un lienzo realizado sobre tabla en 1603, encargado por Francesco Vittrici para la capilla de la Iglesia de Santa María de Vallicela en Roma, que actualmente se encuentra en el Museo Vaticano.
Se le puede considerar el primer pintor barroco, al que aportó una de sus manifestaciones más impresionantes y profundas: el tenebrismo. Este nombre responde a los fuertes contrastes de luces y sombras, donde éstas últimas, combinadas con las zonas de penumbra que son su consecuencia, invaden grandes porciones del plano de representación, haciendo que los positivos y negativos alcancen nuevos valores que son muy marcados. La penumbra es el gran protagonista del tenebrismo, ya que ensalza la profundidad de los fondos, proyectando las figuras más iluminadas hacia el frente, sin necesidad que medie la perspectiva para establecer su valor espacial. La influencia del tenebrismo de Caravaggio se extendió por toda Europa durante los siglos XVII y XVIII.
Es una obra pictórica de tema religioso donde se muestra el Mesías muerto humanizado y, es a la vez la fuente de luz del mismo, como si toda su carne fuese un foco permanente, acompañado también por la luminosidad de la tela blanca que lo sostiene. El realismo del cuerpo es total, destacando el brazo caído en total abandono, la llaga del costado bastante cerrada y que ya no sangra, las huellas de los clavos de los pies y manos poco marcadas. El pintor refleja su maestría en el perfecto estudio de la anatomía humana a través de este desnudo, en el que músculos y venas se muestran a través de la piel.
Pertenece a la escuela italiana, donde se muestra mayor rigidez y orden den sus composiciones y se busca la belleza ideal. En la escuela naturalista fue el máximo representante ya que toma la realidad para aplicarla a temas mitológicos, religiosos e históricos.
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